Toda primera vez suele conllevar un cierto nivel de trauma. Esto puede resultar cierto para un amplio número de situaciones, incluyendo la instalación de una versión mejorada de software, especialmente si se trata de un teléfono celular y, particularmente, si se trata de iOS.
Cada nueva versión de iOS (que ya va por su décima edición) llega empujada por la emoción colectiva de probar las funciones del sistema operativo que rige los teléfonos, tabletas y reproductores musicales de Apple. Esto incluye el más reciente iPhone, el iPhone 7.
El problema acá es que, casi sin falta, cada introducción de un nuevo iOS está marcada por fallas y problemas en el lanzamiento. Esto no es un asunto que esté restringido a iOS, aclaramos, pues también es algo medianamente común para Android.
La verdad es que es un tema medianamente común para cualquier sistema operativo: lo normal es aspirar a la perfección, pero apenas arañarla, al menos al principio. Los problemas en el lanzamiento de una pieza de software tan compleja, y que abarca un ecosistema tan diverso, son algo previsible.
Este escenario presenta dos grandes opciones: actualizar o no actualizar, al menos no todavía.
Para los más osados, quienes no quieran o puedan esperar más las nuevas funciones de iOS (de las cuales hablamos más abajo), es útil que sigan estos breves pasos para reducir la posibilidad de problemas al momento de instalar el sistema operativo.
Lo más importante es tener respaldada la información del teléfono. Y la forma más fácil y efectiva de hacer esto es a través de la opción llamada copia de seguridad. Este procedimiento guarda contactos, preferencias de uso, aplicaciones, datos personales: básicamente guarda todo lo que hace que su teléfono sea, en efecto, su teléfono.
Ahora bien, la forma recomendada de hacer este respaldo es a través de un computador utilizando la más reciente versión de iTunes (aquella diseñada para trabajar iOS 10). También se recomienda guardar la copia de seguridad en un computador en vez de iCloud. Claro, el almacenamiento en la nube es más conveniente y sencillo, quizá, pero no por eso es más seguro.
En la misma línea de lo anterior, quienes se decidan por actualizar su dispositivo, es preferible que lo hagan también a través de un computador, conectados con iTunes. Los problemas reportados con la actualización de iOS 10, y que Apple ha asegurado se limitan a una pequeña porción de usuarios, se presentan cuando se trata de instalar el software a través de internet, desde el teléfono mismo.
Estos problemas causan, en algunos casos, que el teléfono quede en una especie de ciclo en el que no terminó de actualizarse, pero tampoco puede volver al sistema operativo anterior. O sea, ni para adelante, ni para atrás, tan sólo atascado con el ícono de la manzana que aparece cuando un equipo se está reiniciando.